En el Día Internacional de la Enfermería queremos hacer un reconocimiento a las mujeres y hombres que desempeñan tan noble profesión.

Ellos, hoy más que nunca, se visten de valor y esperanza para afrontar situaciones en el que juntos a médicos y demás profesionales contribuyen a subsanar a miembros importantes de las familias de Ecuador y el mundo.

Sus conocimientos obtenidos en las aulas y forjados con el diario vivir de experiencias tan sublimes como el primer llanto de un bebé, los convierten en personas dignas de admirar incluso cuando existen circunstancias no tan memorables, que podrían poner en riesgo su propia integridad.

En varios países, incluido el nuestro, se reconoce su esfuerzo y se han hecho virales algunas manifestaciones de estima como lo son los aplausos en los exteriores de los centros de salud.

Excelente labor de nuestros héroes y heroínas que, conociendo el dolor de cerca, no abandonan sus filas y nos ofrecen la oportunidad de -junto a ellos- seguir trabajando por un mejor porvenir.

¡Feliz día de la Enfermera!